A media tarde cogí un autobús de línea en Lishui con destino a Qintian. El trayecto dura aproximadamente una hora, va paralelo a un río y durante todo el viaje vi obras de lo que parece será una autovía entre estos 2 lugares. Qintian es un pueblo, a ambas orillas del río Ou, cruzado por 2 grandes puentes y rodeado de montañas. La mayoría de los chinos que hay en España provienen de este pueblo. Al llegar estaba anocheciendo, tras ir al hotel y dejar los bártulos, salí a recorrer la ciudad. Cené en un restaurante que me gustó mucho (por cierto la camarera que me atendió sabía decir gracias y adiós en español), y de vuelta al hotel tomé un café en uno de los muchos garitos estilo occidental que hay repartidos por el pueblo.

A la mañana siguiente, había comprado billete de tren para Shanghai a las 8:00 de la mañana, así que madrugué y aproveché para volver a recorrer el pueblo. Se nota que es un pueblo rico, con grandes construcciones nuevas.

Vi la parte vieja del pueblo, a los chiquillos camino de la escuela y alguna de las calles más amplias y comerciales de la ciudad. Una gran iglesia cristiana es otro de los signos de influencia occidental en este pueblo.

Para finalizar un par de imagen del puente central de Qintian, una a cada lado de la orilla: