Desde Qingtian regresé a Shanghai, haciendo previamente una parada de unas horas en Hangzhou. En Shanghai, ya era de noche cuando llegué, aun así aproveché para ir al centro y recordar los paisajes ya conocidos. Por la mañana, antes de ir al aeropuerto camino de Chendu (capital de la provincia de Sichuan, en el centro de China), volví a ir al centro y volver a visitar el Bund y la Nanjing Lu, que son muy especiales para mí.

En Chendu estuve una tarde y una noche. A las cinco de la mañana me levanté para ir al aeropuerto y salir hacia Lhasa. Allí me encontré con 3 españoles (gallegos para más señas) que también iban a realizar el mismo trayecto. El avión a Lhasa era bien grande y estaba completamente lleno, tuve la suerte de que me tocó ventanilla y por tanto pude mirar el paisaje que hay camino a Lhasa. Sin duda fue una de las experiencias visuales más impresionantes de este viaje.

El aeropuerto de Lhasa está a más de 100 Km. de la ciudad, nada más aterrizar cogí rápido mi mochila y un autobús de línea hacia Lhasa. Imaginaba que antes de entrar en la ciudad, podría ver el palacio de Potala desde la lejanía, y no hacía mas que mirar por la ventanilla tratando de descubrirlo, pero lo cierto es que no se ve desde fuera de Lhasa y una vez que se entra en la ciudad, pasaron al menos 20 minutos hasta que el autobús llegó a las inmediaciones del palacio, se me hizo eterno ese tiempo. Había visto el palacio en foto en múltiples ocasiones, pero lo cierto es que me impresionó verlo en directo:

En Lhasa estuve un día entero, luego estuve 2 días en otras ciudades del Tibet, y posteriormente volví a Lhasa donde estuve 2 días más. En la ciudad se diferencian claramente la parte (y las personas) tibetana de la parte propiamente china. Los tibetanos se dedican en su mayoría a rezar y van en peregrinación por la ciudad y los segundos se dedican a vender y hacer negocios con el abundante turismo extranjero que hay por la ciudad. Sin duda es la parte tibetana la que le da un áura especial a la ciudad:

A unos 7 kilómetros de Lhasa se encuentra el monasterio de Drepung, que según he leído hubo una época en que fue el mayor monasterio no sólo del Tibet sino del mundo entero. Uno de los 3 días que pasé en Lhasa me acerqué hasta allí para visitarlo. En el siguiente enlace viene el detalle de la visita.