Estuvimos en la cima de la Montaña Amarilla hasta primera hora de la tarde. Luego regresamos a Tankou, comimos algo en casa del Sr. Hu, y a continuación cogimos un taxi que nos llevó hasta la cercana ciudad de Tunxi, que tiene estación de tren. (El taxi lo conducía una mujer de mediana edad a la que le gustaba la velocidad).
En Tunxi, lo primero que hicimos fue comprar billetes de tren para Nanchang. Queríamos viajar por la noche, y como no había billetes de cama, cogimos de asiento duro. Hasta la hora de coger el tren teníamos mucho tiempo que aprovechamos para dar una vuelta por la ciudad.
Había multitud de tiendas y mucha gente en las calles comerciales. Se nota la influencia turística de Huang Shan.
También pudimos ir por otras zonas que seguramente reflejan mejor la realidad de la ciudad.