El viaje desde Guilin a Wuhan lo hicimos en un tren nocturno, con billetes de cama dura, no son tan cómodos como la cama blanda pero se va razonablemente bien. Los compartimentos son de 6 personas (3 literas en un lado y 3 en el otro), pero a diferencia de la cama blanda no son compartimentos cerrados, sino que la separación entre 2 de ellos es un simple tabique.

Llegamos a Wuhan, la capital de la provincia de Hubei sobre las 10 de la mañana. Wuhan es una ciudad de unos 8.000.000 de habitantes, en la que se juntan 2 ríos, el Yangzi y el Jing; de hecho, la actual ciudad es la unión de 3 antiguas ciudades, cada una de las cuales estaba separada de las otras por los ríos. El río Yangzi a su paso por la ciudad tiene una anchura enorme, por lo que cada uno de los 2 puentes que lo atraviesan en esta ciudad supusieron en su día sendos logros de la ingeniería china.

Estuvimos muy poco en esta ciudad, pero la impresión que nos produjo es que es una ciudad fea y bastante caótica.

En las afueras de la ciudad hay un palacete que fue muy utilizado por Mao Zedong durante los años 60. El sitio no estaba mal, había varios edificios bastante sobrios, rodeados de un parque muy bien cuidado.

En el interior del palacete estábamos completamente sólos, esto nos permitió tomarnos algunas pequeñas licencias.