El viaje desde Yichang a Xian fue tal vez una de las pruebas más duras del viaje, fuimos en tren nocturno, como no había billetes de cama, tuvimos que coger asiento duro. El vagón estaba abarrotado, la gente tal y como había pasado en el trayecto de Tunxi a Nanchang, comía, bebía, escupía, se sonaba los mocos al suelo, ... con toda naturalidad, además hacía frío, no pudimos apenas pegar un ojo, y por si fuera poco el trayecto duró 17 horas!.

Pero bueno, al final llegamos y lo primero que hicimos fue coger un hotel y descansar un buen rato.

Xian tiene 6.500.000 habitantes, su nombre significa ‘paz del oeste’, y durante mucho tiempo en diversas épocas históricas ha desempeñado un papel muy importante en la historia de China. Hoy en día es conocido a nivel mundial por ser la ciudad desde la que se accede al museo de los guerreros de Terracota.

En Xian estuvimos 2 días, el primero nos dedicamos a recuperarnos del viaje y a visitar la ciudad. En ella destacamos algunos parques, la parte musulmana de la ciudad, con su zoco y su mezquita, y las innumerables bicicletas que la recorren.

El segundo día alquilamos un taxi para todo el día y fuimos de excursión por las afueras de la ciudad, subimos a la montaña de Lishan, visitamos el museo de los guerreros de terracota que es verdaderemente impresionante y finalmente hicimos una parada en el mausoleo del primer Emperador de China, Qin Shi Huangdi, que fue el emperador que mandó construir el ejército de terracota allá por el siglo III a. de C., con el propósito de que le defendieran de sus enemigos una vez que hubiera muerto.