Viajes por China


Viaje 1: Jinan

Javier regresó a Alemania (trabaja en Aachen). Juan y yo teníamos 5 días más de vacaciones. Mi intención era aprovecharlos recorriendo nuevos lugares de China. Juan decidió quedarse en Beijing, en parte porque estaba algo resfriado y en parte porque no se fiaba de que regresara a tiempo para coger el avión de vuelta a casa.

Lo que sigue a continuación es el relato de estos días que estuve fuera de Beijing.

Cogí un tren que en 3 horas me dejó en Jinan, capital de la provincia de Shandong, una de las más prósperas de China. En este recorrido en tren, una de las ciudades en las que hizo parada es Tianjin, que junto con Beijing, Shanghai y Chongqing es una de las 4 ciudades que administrativamente dependen directamente del gobierno central. Tianjin también es tristemente célebre porque en 1976, poco antes de la muerte de Mao Ze Dong se produjo en esta zona un terremoto que causó unas 250.000 muertes.

No llevaba dinero en efectivo y en Jinan me encontré con la molesta noticia de que no podía sacar dinero de los cajeros, algo que en Beijing y en Guanzhou había hecho sin ningún problema; no sin alguna dificultad al final me enteré de que en Jinan únicamente podía obtener dinero en la sede central del Banco de China. Así que allí tuve que ir. Entre esto y alguna otra historia, se me hizo un poco tarde, y decidí hacer noche en Jinan, algo que no formaba parte de mis planes iniciales.

Jinan es una ciudad maja, tiene unos 6.500.000 habitantes y da la impresión de que se vive bien, hay buenos hoteles y buenos restaurantes. Por la noche había mucha animación en las calles y plazas del centro de la ciudad, además cuando yo estuve hacía muy buena temperatura, ..., en fin, me pareció un buen sitio para hacer una parada. Personalmente me interesaba mucho esta ciudad, ya que aquí se crió Gong Li, mi actriz china preferida, sin embargo, por más que pregunté a varias personas por la casa en que vivió, nadie supo responderme.

Al día siguiente, sin madrugar excesivamente, cogí un autobús de línea con destino a Qufu, la ciudad de Confucio. Para ir a la estación de autobuses cogí un taxi, en el que ¡sorpresa! sonó en la radio la canción española de: "Eva María se fue buscando el sol en la playa ...", fue una bonita forma de empezar un gran día.