Viajes por China


Viaje 2: Beijing

Antes de coger el avión en Madrid, me pasé por la estación de Atocha, para ver cómo estaba aquello 8 días después de los atentados.

Aunque había algunas personas mirando los lugares donde se habían puesto las velas, tuve la impresión de que la mayoría de la gente hacía sus actividades cotidiáneas con toda normalidad.

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El vuelo salía de Madrid a las 10:00, hacía escala en Estocolmo, y tenía destino final Helsinki. Allí se cambiaba de avión, y se iba directo a Beijing. En Estocolmo no pude ver el paisaje, pues el cielo estaba muy cubierto hasta casi aterrizar, sin embargo en Helsinki, estaba despejado, y pude ver un paisaje blanco por doquier, salvo agrupaciones de pinos y rios y lagos y carreteras que rompían la monotonía del blanco de la nieve. Era un paisaje irregular pero armonioso.

En el trayecto de Helsinki a Beijing, pude dormir algo, de tal manera que llegué a Beijing, bastante descansado, a primera hora de la mañana del día 20 de Marzo. Tras pasar los trámites de aduana y recoger el equipaje -esta vez sin ninguna sorpresa (en el viaje anterior el equipaje tardó 4 días en llegarme)- cambié dinero (por 600 euros me dieron 6050 yuanes, que era un cambio bastante mejor que el de la vez pasada), y me fui en autobús de línea a la capital. Como detalle para los que quieran ir a China, pregunté a un taxista el precio para ir a Beijing, y me dijo 350 yuanes, mientras que el autobús me costó 16 yuanes; cierto que podía haber regateado con el taxista, pero en cualquier caso la diferencia hubiera sido enorme.

Me fui al mismo hotel en que había estado la vez anterior, para ello volví a coger el metro (billete sencillo 3 yuanes), y a hacer un trayecto que me resultaba familiar. El año pasado sólo había 2 líneas de metro en Beijing, ahora me encontré con 3, es sólo un detalle de lo rápido que están cambiando las cosas por allí. En el hotel reservé habitación para 1 noche (380 yuanes la noche, es un buen hotel).

En Beijing, quería ver la residencia de la Señora Soong Ching Ling (esposa del que fuera primer presidente de la Republica China), y el mausoleo de Mao. Junto con ello, callejear y recordar paisajes ya conocidos de la ciudad. La cola que había para ver a Mao, me hizo desistir de esa opción. El primer día cené con un par de chicas que eran hermanas y estudiantes de inglés.

Una última curiosidad, en la Puerta de Tiananmen, como puede verse en la última de las fotos anteriores, junto con el archiconocido retrato de Mao, se encuentran las frases: VIVA LA REPUBLICA POPULAR CHINA y VIVA LA UNIDAD DE LOS PUEBLOS DEL MUNDO.